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Comportamientos humanos que los perros no entienden

La conducta de los perros es extraordinariamente flexible. Sin embargo, hay aspectos en los que la evolución no ha equipado a los perros para los retos de la vida en nuestro mundo, y los cachorros deben aprender a enfrentarse a ellos. Por ello, hay comportamientos humanos que los perros no entienden.

Dejarlos solos

Como socialistas natos, los perros hacen amigos con facilidad. Los cachorros están intensamente interesados en pasar tiempo con otros perros, personas y cualquier especie que esté dispuesta a interactuar con ellos. Suelen jugar, descansar, explorar y viajar en compañía. Sin embargo, a menudo dejamos a los perros solos.

En estas situaciones, los perros ingenuos no están seguros de si volveremos junto a ellos. Sólo después de la experiencia es probable que esperen un reencuentro.

Nos guiamos por lo visual

Los perros viven en un mundo olfativo, mientras que el nuestro es principalmente visual. Así, mientras que la televisión puede ofrecer un festín visual a los humanos, son los paseos los que suponen un banquete olfativo para los perros. Los perros se mueven necesitan investigar el mundo, por ello no entienden que a nosotros nos guste tanto acomodarnos en nuestro sofá y quedarnos quietos.

Cambiamos de forma y olor

Los perros cambian de pelaje al menos una vez al año. En cambio, nosotros cambiamos nuestras prendas exteriores todos los días. En su mundo olfativo, estos comportamientos debe ser desconcertante al encontrarse con nuestros olores en constante cambio, especialmente para una especie que utiliza el olor para identificar a los individuos conocidos y a los intrusos.

Nos gusta abrazar

La forma en que los humanos utilizan sus extremidades delanteras contrasta mucho con la de los perros. Las utilizamos para llevar objetos grandes que un perro tendría que arrastrar, pero también para agarrarnos y expresar afecto.

Los perros se agarran con soltura cuando juegan a la lucha, y también cuando se aparean y pelean. Ser inmovilizado por otro perro dificulta una huida rápida. ¿Cómo van a saber los cachorros lo que significa un abrazo de un humano, cuando ese comportamiento de un perro puede ser amenazante?

No nos gusta que nos muerdan

Jugar a las peleas es divertido para muchos cachorros y les ayuda a establecer vínculos con otros perros. Pero debes vigilar el comportamiento de otros perros y saber cuándo han utilizado en exceso sus pequeños y afilados dientes.

Los humanos somos mucho más susceptibles al dolor de las mandíbulas juguetonas de los cachorros que los demás perros, por lo que podemos reaccionar negativamente a sus intentos de jugar con nosotros, y por su puesto, los perros no entienden este tipo de comportamientos.

Usamos mucho las manos

A veces, nuestras manos suministran comida, arañazos, masajes y juguetes. Otras veces, sujetan a los perros, les cortan las uñas, les administran pomadas o pastillas y los acicalan con cepillos y peines que pueden arrancarles el pelo.

No es de extrañar que algunos perros lleguen a temer la mano humana cuando se mueve a su alrededor. Pero los humanos a menudo malinterpretan su miedo y pueden incluso recibirlo con violencia, lo que agrava el problema.

En general, los perros muestran una notable capacidad de adaptación a los rompecabezas que les planteamos. Su flexibilidad de comportamiento nos ofrece lecciones de resiliencia y de cómo vivir de forma sencilla y social. Nuestro reto es comprender la ausencia de astucia y malicia en todo lo que hacen.