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El estrés en nuestras mascotas

Con el inicio de la pandemia, hemos pasado mucho más tiempo en casa. Esto ha propiciado que muchas personas se decidieran a hacerse con mascotas que ahora, con la nueva vuelta a la normalidad, se ven envueltas en un estado de estrés que debemos de controlar y solucionar.

Las mascotas de la pandemia

Este súbito aumento de la propiedad de animales de compañía suscita preocupación por su bienestar. Los cachorros adquiridos durante el encierro se han quedado sin experiencias de socialización y adiestramiento, que están asociadas a comportamientos inducidos por el estrés que van desde el nerviosismo hasta la agresividad basada en el miedo.

No son sólo las mascotas de la pandemia las que pueden mostrar signos de estrés o problemas de comportamiento. La vida no ha sido normal para muchos de nuestros perros durante la mayor parte del año pasado. Han tenido menos interacción con otros perros, menos visitas en casa y poco tiempo a solas.

Esto ha provocado un cambio notable en el comportamiento de los perros. Los gruñidos, los chasquidos o los mordiscos de los niños cuando se les acercan aumentaron durante el encierro. Las búsquedas en Google de “ladrido de perro” y “mordedura de perro” aumentaron un 48% y un 40% respectivamente, lo que sugiere que algunos aspectos del periodo de encierro fueron especialmente difíciles para nuestras mascotas.

Los signos del estrés en nuestras mascotas

Como humanos, tendemos a centrarnos en el estrés situacional, pero el estrés puede ser causado por cualquier cosa que altere los equilibrios hormonales del cuerpo. La presencia de un factor estresante da lugar a una cascada de hormonas que culmina con la liberación de glucosa, que proporciona una ráfaga de energía diseñada para ayudar a escapar del factor estresante. Esto pone en marcha la respuesta de lucha, huida o congelación.

Los factores estresantes van desde una amenaza física, como un depredador, hasta un entorno impredecible, que nuestras mascotas podrían estar experimentando. Esto no se limita a perros y gatos. Se ha demostrado que los cambios de rutina, en particular el horario de alimentación, inducen estrés en aves, ovejas y caballos.

¿Está su mascota estresada?

Los signos de estrés en su mascota pueden ser obvios, como un comportamiento destructivo o vocalizaciones. Pero también hay signos más sutiles de ansiedad, como jadear o babear, pasearse, comprobar repetidamente las ventanas y puertas, o mordisquearse o arañarse.

Desgraciadamente, el encierro puede tener un impacto a largo plazo en la capacidad de las mascotas para enfrentarse a la situación cuando se quedan solas en casa. Es probable que los perros que tenían ansiedad por separación antes de que empezaran las restricciones empeoren ahora que la vida vuelve a una relativa normalidad. Pero también es de esperar que se produzcan nuevos casos, porque otros perros, y sobre todo los cachorros, han aprendido a tener compañía todo el día.

La buena noticia es que no es demasiado tarde para preparar a tu perro para la relajación por encierro y para enseñarle habilidades vitales que pueda aplicar en cualquier situación.

¿Qué hacer?

Si tienes un perro que estaba acostumbrado a quedarse solo, asegúrate de mantener su capacidad de adaptación introduciendo periodos de separación durante el día cuando estés en casa, por ejemplo, colocándolo detrás de una puerta para bebés mientras trabajas desde casa.

Aumenta gradualmente la cantidad de tiempo que tu perro está separado de los miembros de la familia y asócialo con algo positivo, como una golosina de larga duración.

Controla la respuesta de su perro y reduce el tiempo de separación si muestra algún signo de ansiedad.

Si los perros ya muestran signos de ansiedad por separación (como ladridos, aullidos, ganas de ir al baño o comportamiento destructivo cuando se les deja), busca ayuda del veterinario en primer lugar.

Evita buscar soluciones “rápidas”, como collares antiladridos o castigar a su perro al volver. Estos enfoques probablemente exacerbarán el problema y darán lugar a problemas más graves y difíciles de tratar a largo plazo.

Enseñar a los perros a estar relajados cuando se les deja solos requiere tiempo y paciencia, sobre todo en el caso de los cachorros que rara vez se han alejado de sus dueños. Pero hacer el esfuerzo de mostrar al perro que estar solo no es estresante, puede prevenir problemas graves que son mucho más difíciles de tratar más adelante.