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El verano, ¿amigo de todos?

Con la llegada de las altas temperaturas, el golpe de calor es uno de los principales problemas al que se ven sometidas nuestras mascotas, ya que tanto perros como gatos son mucho más sensibles al calor que los humanos. Éstos no pueden regular su temperatura corporal mediante el sudor, debido a que no tienen glándulas sudoríparas repartidas por el cuerpo. Los perros eliminan el calor a través del jadeo y del sudor que expulsan por las almohadillas de las patas, y por las zonas aisladas con poco pelo, como puede ser el vientre. Los gatos intentan mantener una temperatura estable lamiéndose y manteniendo el pelo liso, de este modo, la saliva depositada en el pelo, al evaporarse, disminuye su calor corporal.

¿Cuándo se produce el golpe de calor?

El golpe de calor suele darse en épocas de mucho calor, como es en verano, y cuando hay un alto grado de humedad. Esto provoca que el perro o gato acaben con sus reservas de azúcar y sales minerales, provocando un colapso interno que puede acabar con nuestra mascota en apenas 15 minutos.

A pesar de la temperatura, hay ambientes que propician el golpe de calor como son los espacios reducidos y/o mal ventilados como el coche, una habitación, un balcón, el trasportín…

¿A quién afecta el golpe de calor?

Los perros y gatos más propensos al golpe de calor son los cachorros y los ya mayores. Los que también tienen un factor de riesgo elevado son los animales de capa negra, ya que absorben más el calor que los de capa clara.

¿Cuáles son los síntomas del golpe de calor?

El perro o gato que ha sufrido un golpe de calor muestra los siguientes síntomas:

  1. Está perezoso y sin ganas de moverse.
  2. Su respiración es rápida o costosa y las mucosas de las encías y de la conjuntiva están azuladas.
  3. Temblores musculares e incluso vómitos.
  4. Le aumenta el ritmo cardíaco.
  5. Se tambalea.

A raíz de estos síntomas, si el animal no es tratado a tiempo, puede que esta dolencia se agrave y…

  1. Le aparezcan pequeñas manchas de sangre en la piel.
  2. Padezca una hemorragia gastrointestinal.
  3. Sufra una insuficiencia hepática o renal.
  4. Se vea afectado por un edema cerebral.
  5. Le fallen los órganos.

La temperatura media de los perros es de 38.5°C, pero cuando sufren un golpe de calor, ésta puede llegar a los 42°C o más.

¿Qué debo hacer?

El golpe de calor se tiene que tratar de inmediato, a la menor sospecha debemos llevar al perro o gato al veterinario. Si la situación es tan grave que no podemos trasladar al animal hasta la clínica, nuestro objetivo será el de bajar la temperatura corporal del animal, pero no lo podemos hacer de cualquier manera.

¿Qué se me ocurre y no debo hacer?

  1. Cubrir o envolver a nuestra mascota con toallas, de esta manera el calor sube en vez de salir.
  2. Utilizar agua completamente helada, ya que le podemos dañar el cerebro.golpe-calor¿Cómo puedo prevenir el golpe de calor?Para evitar que nuestra mascota sufra un golpe de calor hay que actuar con sentido común. De todos modos, es importante recordar.
    1. Dar de beber al animal regularmente para evitar la deshidratación. El agua se debe renovar a menudo y se debe administrar en pocas cantidades.
    2. No dejar al perro o gato encerrado dentro del coche.
    3. Sacar a pasear al perro en los momentos de menos calor y evitar que haga mucho ejercicio.
    4. No encerrar al perro o al gato en una habitación pequeña sin ventilación.
    5. Si el perro vive en el jardín, debería tener una sombra en la que cobijarse.
    6. En verano, es mejor darle la comida al perro por la noche porqué después de comer, los perros, son más propensos a sufrir colapsos.
    7. En caso de salir de viaje, es aconsejable llevar abundante agua y hielo. Si vemos que el animal se estresa, podemos colocar en el suelo del trasportín, toallas húmedas.