Algunos perros tienen el hábito de ladrar a extraños, pero puedes ayudarle a controlarse comprendiendo el motivo de su comportamiento.
Cómo enseñar a su perro a dejar de ladrar a los extraños
Ya sea por excitación, miedo o por ser territoriales, algunos perros tienen la costumbre de ladrar cuando pasan extraños. Para poner fin a su hábito de acoso, es importante encontrar la causa subyacente detrás de los ladridos excesivos del animal y abordar lo que está tratando de decir.
Algunos perros simplemente están emocionados por conocer a un nuevo amigo potencial y expresan su alegría cuando ladran a los transeúntes. Estas mariposas sociales mostrarán otros comportamientos amistosos, como mover la cola o comportarse de forma cómoda. Otras mascotas, sin embargo, utilizan sus voces como señales de advertencia para que los transeúntes se alejen de su dueño o de su casa. Es fácil saber si tu compañero emite gritos territoriales si sólo se dan cuando se acercan a ti o a tu casa y muestra otro lenguaje corporal de alerta, como estar muy atento, con las orejas erguidas hacia delante y la cola levantada. Otros perros ladran a la gente que pasa por delante debido a la falta de socialización y al miedo a lo desconocido. Cuando los perros han estado poco expuestos a otras personas, suelen mostrarse tímidos e incluso pueden gruñir cuando los humanos desconocidos se acercan en un intento de guardar su espacio.
Qué hacer en esos casos
Una vez identificado el origen de los ladridos, puedes empezar a tratar el problema. Empieza por mostrarle que ladrar a extraños no le conducirá a lo que más desea, que en el caso de las mascotas amistosas es la atención. Practica esto pidiendo a un amigo que tu perro no conozca bien que se haga pasar por un extraño. Haz que este “extraño” pasee, ignorando a tu mascota cuando ladre o se abalance sobre él o ella (con la correa puesta, por supuesto). Cada vez que el perro se quede quieto, haz que tu amigo le recompense con una golosina. Después de unas cuantas rondas de práctica, tu mascota debería empezar a asociar un comportamiento tranquilo con un premio sabroso. Asimismo, las mascotas poco socializadas se beneficiarán de conocer nuevas personas y aprender que no son una amenaza. Tu amigo puede ayudar a ello interactuando con tu mascota cada vez más y ofreciéndole golosinas. Si el perro tiende a ser territorial, asegúrate de llevarle con correa y de mantener un comportamiento seguro, mostrándote como el «líder de la manada».
Otras técnicas
Otras formas de enseñar al perro a comportarse con calma con personas nuevas incluyen distraerlo de la situación. Cuando el perro empiece a ladrar a una cara nueva, llama inmediatamente su atención haciendo ruido. Una vez que tengas su atención, continúa con la distracción pidiéndole que se siente. Recompénsalo con una golosina y elogios en cuanto ejecute la orden, y verás que pronto estará listo para ser cortés con el recién llegado. De nuevo, puedes practicar esto con un amigo que el perro no conozca y pedirle que se acerque a tu mascota después de haberle dado la orden de “sentarse”. Si permanece tranquilo en la posición de sentado, vuelve a recompensarle con una golosina. Sin embargo, si se levanta o empieza a ladrar, vuelve a darle la orden y no le ofrezcas ningún elogio hasta que se siente tranquilamente. Esto requiere algo de práctica, así que, lo importante, es tener paciencia.