La naturaleza y la crianza desempeñan un papel fundamental, lo que explica cómo los perros evolucionaron para ser tan leales.
¿Por qué son leales los perros?
Nuestros compañeros caninos son famosos por su lealtad, pero la causa de su naturaleza fiel es más bien un misterio. Una interacción de factores ambientales y genéticos influye en la personalidad de nuestras mascotas y ayuda a explicar por qué los perros son tan fieles a sus humanos.
Los animales domésticos dependen de sus dueños para todo, desde las necesidades básicas como la comida y el agua hasta la compañía, el ejercicio y el juego. Nuestros perros son muy conscientes de su posición en la relación y eso les motiva mucho para mostrar su lealtad a sus cuidadores. Al seguir en nuestra onda, nuestras mascotas afirman que sus necesidades serán satisfechas, pero la relación entre un perro y su dueño va más allá de la comida y el agua. Los perros también nos consideran parte de su familia y, al igual que los humanos, cuidan de sus miembros. Estos lazos se fortalecen a medida que tú y tu mascota llegáis a confiar el uno en el otro, creando un sentimiento de lealtad.
La genética también ayuda
También hay factores genéticos en juego cuando se trata de la fidelidad de los caninos a sus humanos. Los perros, carroñeros por naturaleza, aprendieron que las personas cazaban y dejaban restos que proporcionaban alimento a sus manadas. Del mismo modo, los perros ayudaron a los humanos a cazar mientras evolucionaban juntos, formando con el tiempo vínculos que llevaron a los perros a evolucionar hasta convertirse en las fieles mascotas que son ahora.
Con su larga historia entre nosotros, no es de extrañar que los perros hayan desarrollado empatía por sus congéneres humanos. Los investigadores han descubierto que los perros modifican su comportamiento en función del estado de ánimo de sus dueños, lo que demuestra una gran comprensión de las emociones humanas.
Otros estudios han descubierto que los niveles de oxitocina de los perros aumentan cuando están cerca de sus dueños. Esta hormona del bienestar crea un impulso de felicidad, lo que demuestra que estar cerca de su gente realmente beneficia al bienestar de nuestras mascotas. Es fácil sentirse leal a alguien que te aporta felicidad, lo que nos ayuda a entender por qué nuestros perros desarrollan amistad, confianza y lealtad con sus familias humanas.