Nuestros oncólogos en Hospital Veterinario Garbí atienden al enfermo de cáncer desde el diagnóstico y a lo largo del tratamiento hasta la curación o durante el periodo final de su vida. Su objetivo principal es proporcionarle la mejor calidad de vida y conseguir la remisión o cura de la enfermedad; cuando esto no es posible, se centran en minimizar los efectos secundarios de la terapia y en ofrecer tratamiento paliativo y cuidado al final de la vida.
Los tipos de cáncer más comunes que tratamos en el servicio de oncología son:
- Linfoma
- Leucemia
- Mastocitoma
- Fibrosarcoma felino
- Osteosarcoma
- Sarcoma de tejidos blandos
- Tumor en la glándula mamaria
Consideraciones sobre la cirugía oncológica
Siempre que se considere realizar una cirugía oncológica, es recomendable que hables sobre los pros y los contras de la operación con uno de los veterinarios de nuestra clínica en Barcelona.Posibles beneficios
- Cura completa
- Reducción del dolor
- Mejora de la calidad de vida
- Prolongación de la vida
Posibles riesgos
- Complicaciones de la operación como infecciones, hemorragias, recurrencia del cáncer y cambios desagradables en la apariencia.
- Dolor y molestias a corto o largo plazo
- Pérdida de la función normal en los miembros u órganos afectados.
Información general sobre la cirugía
La cirugía es el tratamiento principal para tratar la mayoría de tipos de cáncer y tumores en los animales. Es uno de los tratamientos más efectivos. Hoy en día, puede combinarse con quimioterapia y radioterapia, dependiendo de las características del caso.
Cuando se realiza una cirugía, el objetivo principal es eliminar todas las células cancerosas del cuerpo del animal. A veces, si el crecimiento tumoral se detecta a tiempo, la cirugía puede curarlo completamente. Otros objetivos de la cirugía pueden ser extirpar un tumor antiestético, para mejorar el aspecto o la comodidad del paciente, o extraer un tumor que interfiera con las funciones corporales normales. Ambos objetivos pueden mejorar su calidad de vida.
La cirugía es más efectiva cuando el cáncer afecta a un tumor que no se ha extendido más allá de su ubicación original. Lamentablemente, no todos los tumores se pueden extirpar quirúrgicamente. Algunos están en sitios inaccesibles. Y hay veces en que los riesgos de la operación pueden superar los beneficios. Por ejemplo, la extracción de un tumor grande puede requerir la extracción de un órgano vital y con ello ocasionar la pérdida de una función vital del cuerpo. Si el cáncer se ha propagado a más de un lugar (metástasis), la cirugía sola no tiene tantas probabilidades de ser eficaz.
La biopsia es un procedimiento quirúrgico en el que se extrae una muestra de tumor para estudiarla y hacer un análisis patológico. Con este informe, el tamaño y la localización del tumor, el veterinario puede diagnosticar e instaurar el mejor tratamiento para la mascota.
Quimioterapia
Ciertos medicamentos (químicos) destruyen células cancerosas. Este tipo de tratamiento se llama quimioterapia y puede usarse para tratar distintos tipos de cáncer. Cuando se utiliza, el objetivo más común es reducir, detener el crecimiento o destruir el cáncer, sin causar efectos negativos a largo plazo en la calidad de vida del paciente. El veterinario prescribirá la quimioterapia en función del tipo de cáncer, la fase en la que está, la condición general del animal y las limitaciones financieras que puedan existir.
En una situación ideal, la quimioterapia eliminaría las células cancerosas sin dañar las células sanas normales, pero se han encontrado pocos medicamentos de este tipo. En la actualidad, el medicamento está diseñado para ser más dañino con las células cancerosas que con las normales, ya que se dirige específicamente a las células que se dividen y crecen rápidamente. Las células normales se ven afectadas hasta cierto punto por el medicamento, que también puede provocar efectos secundarios
Los medicamentos de quimioterapia se administran por vía oral o por inyección. Si se utiliza la segunda, puede inyectarse en una vena (intravenosa), un músculo (intramuscular) o bajo la piel (subcutánea). El método de administración se escogerá sopesando por un lado la comodidad y la calidad de vida del animal y por otro la aplicación más eficaz del medicamento.
La quimioterapia sola normalmente no cura el cáncer en mascotas. Se usa más bien para controlarlo y controlar su propagación, por lo que se utiliza a menudo para tratar tipos de cáncer que afectan a todo el cuerpo, como el cáncer del sistema linfático (linfoma). En otros casos, la quimioterapia se utiliza para combatir las células cancerígenas restantes, cuando un tumor no puede ser completamente eliminado con cirugía. Se usa también para combatir aquellos tipos de cáncer que se propagan por el cuerpo en las primeras etapas de su desarrollo.
En todos los casos, debemos sopesar los beneficios esperados con los posibles efectos adversos para seleccionar el tratamiento más adecuado para cada animal. El veterinario vigilará cuidadosamente la respuesta física y el comportamiento de cada paciente, para ajustar la dosis adecuada, maximizar el efecto sobre el cáncer y reducir los efectos secundarios.
Los animales en general, toleran la quimioterapia mejor que las personas, aunque no se descartan la aparición de vómitos y la pérdida de apetito. Este efecto secundario se puede tratar con medicamentos para las náuseas. También se pueden utilizar líquidos intravenosos para controlar vómitos, diarrea y deshidratación.
Por lo general, los perros y gatos que reciben quimioterapia tienen una calidad de vida entre buena y excelente a lo largo del tratamiento. Los efectos secundarios, si los hay, son generalmente leves.
En la mayoría de tipos de quimioterapia se estima que el riesgo de mortalidad es inferior al 5 %. Si tu mascota va a recibir quimioterapia, es recomendable que comentes de antemano el programa de tratamiento con tu veterinario. Necesitáis llegar a un acuerdo mutuo acerca de lo que puedes esperar y el nivel de riesgo que estás dispuesto a aceptar.
Terapia combinada
La terapia combinada hace referencia al uso de 2 o más opciones de tratamiento en la lucha contra el cáncer. Hoy en día, este es el enfoque más utilizado para tratar el cáncer en animales de compañía. Ofrece la mejor oportunidad de curar y mantiene la mejor calidad de vida posible.
La quimioterapia combinada ofrece muchas ventajas sobre los tratamientos con un solo medicamento. Por ejemplo, cuando se administran fármacos de quimioterapia diferentes y cada uno utiliza un mecanismo propio para matar las células cancerosas, es menos probable que el cáncer se vuelva resistente a los fármacos. Esto mejora las posibilidades de que el tratamiento tenga éxito.
No hay un único tratamiento que sea el mejor para todos los tipos de cáncer. En algunos casos, el mejor enfoque es el que combina cirugía, radioterapia y quimioterapia. Los tumores y otros tipos de cáncer que están localizados en un área, a menudo se tratan mejor con cirugía o radioterapia.
La quimioterapia tiene la ventaja de que permite tratar las células cancerosas que se han desplazado de su ubicación original. En otros casos, la radioterapia o quimioterapia se usan para reducir un tumor a un tamaño en el que sea posible operar con ciertas garantías. También se pueden usar tras una operación, para matar cualquier célula cancerosa que haya quedado.
El estadio de desarrollo del cáncer es un factor que influye en la selección del tratamiento, tanto si se escoge un método de tratamiento único como si se opta por una combinación de ellos. En el caso de animales con cáncer avanzado, que no pueden ser tratados con cirugía o radioterapia, se puede utilizar quimioterapia de combinación, para reducir los signos de la enfermedad y prolongar su vida.